Existen opiniones contrarias sobre la parte blanca del jamón: desde los detractores que lo apartan de la carne a aquellos que lo defienden de forma acérrima y se comen lo que el otro deja.
Sin embargo, lo cierto es que el tocino cuenta con una serie de beneficios para la salud que no nos podemos perder. A continuación, desde Muñiz y Palomo te lo contamos todo sobre el tocino del jamón, incluyendo las propiedades con las que cuenta, la maneras de conservarlo y cómo aprovecharlo en la cocina.
La parte blanca de la pieza de jamón es lo que conocemos como tocino. Esa capa de grasa que recubre el jamón es uno de los alicientes para que este contenga ese sabor, aroma y textura que tanto lo caracterizan.
Además, el tocino tiene un papel muy significativo en la curación del jamón, ya que actúa como conservante, protegiendo la carne del exterior y ayudando a extraer la humedad para mantener los sabores durante el proceso de maduración.
El tocino del jamón cuenta con numerosas propiedades que os contamos a continuación.
Tradicionalmente, se ha tenido la idea de que el tocino del jamón es nocivo para la salud por su grasa. Sin embargo, se ha demostrado que tiene características que son beneficiosas para nosotros.
Los expertos en la materia afirman que la grasa del jamón contiene un 50% de ácido oleico. Así pues, el tocino ayuda a elevar los niveles de colesterol bueno (HDL) y a bajar los de colesterol malo (LDL).
Por otro lado, nos encontramos con que el tocino es una gran fuente de nutrientes como los siguientes: calcio, hierro, fósforo, sodio, potasio y vitaminas B1, B6 y B12.
Por último, además de todos los nutrientes que hemos mencionado, no podemos olvidarnos de que el tocino también es rico en proteínas.
Dependiendo de cuándo vayamos a consumir el tocino que nos sobra, debemos emplear un método de conservación u otro.
Si vamos a consumirlo en breves, podemos guardar el tocino en el frigorífico, dentro de un recipiente hermético. En estas condiciones, podemos conservarlo durante unos 10 días.
Por el contrario, si no se pretende consumirlo en los próximos 10 días, lo más apropiado es congelarlo bien envuelto en papel de aluminio o film transparente para evitar que se seque o se queme. En estas condiciones, puede durar unos 6 meses.
Debemos intentar aprovechar al máximo la pieza de jamón. Mientras que los huesos se utilizan para la potenciación del sabor en guisos y caldos, el tocino puede aprovecharse de diferentes maneras, aunque tenemos que saber qué parte podemos reutilizar y qué parte debemos apartar. La capa amarillenta que recubre el jamón, por ejemplo, tiene que ser retirada para evitar un mal sabor que no queremos.
Mientras tanto, la capa de tocino más blanca que está entre la capa dura exterior y el propio jamón se puede utilizar para varias recetas, potenciando así el sabor y dando textura a la comida.
Para obtener un desayuno nutritivo y sabroso, podemos hacer esta receta. Para ello, tenemos que cocinar el tocino del jamón cortado en trozos pequeños hasta que quede crujiente. Retiramos la grasa y en la misma sartén cocinamos unos huevos revueltos, que emplataremos encima de una tostada y sobre los que colocaremos el tocino frito anteriormente.
Hacer esta sabrosa y diferente mayonesa es verdaderamente fácil. La haremos de manera tradicional, batiendo huevo, sal y aceite, sustituyendo una parte del aceite por la grasa del tocino para darle un toque extra de sabor.
¿Cómo podemos conseguir esa grasa? Solamente tenemos que cocinar el tocino en una sartén y aprovechar esa grasa que vaya soltando.
Al empezar el jamón y ver que aparecen las primeras lonchas de carne que aún mantienen una gran cantidad de tocino, debemos poner en marcha esta receta, que se convertirá en nuestro acompañamiento favorito.
Para cocinar este plato, necesitamos espárragos verdes que envolveremos con las lonchas de las que estamos hablando y cocinaremos a la sartén o al horno hasta que el tocino esté crujiente y los espárragos blandos.
Ahora que ya conoces todos los secretos sobre el tocino del jamón, es momento de disfrutar de todas las partes de tu jamón ibérico favorito.
El jamón ibérico, un tesoro gastronómico de España, ha ganado un lugar prominente en la alta cocina mundial. Su sabor inigualable y su capacidad para elevar cualquier plato lo convierten en un ingrediente esencial en los menús de los chefs más renombrados.
